son las ocho cuarenta y uno
ana tenia tres minutos y contando....
para escribir...
a mi no me engaña esta feliz, no me puede mentir, después de tanto huir, dividir, reír, sentir que era difícil decidir, lo hizo, tomo el turno numero dos, después de esperar alrededor de 40 minutos, el lugar era frío, los pisos y paredes reflejaban luz, del mismo valor que su temperatura ambiental, había dos colores que acentuaban el brillo de los ojos de ana, ambos son cálidos,
ana sonreía, no sabia cuanto le costaría...
la seguridad
llego el turno de ana...
el mensaje era frágil
sin retorno
esperando una respuesta
ana
efectuaba un solo pago...
"no existe, un numero para sonreír, he pagado el precio para no sentir lo que es fruncir el ceño y dejar que las frustraciones carcoman mi existir... prefiero dar un brinco, y no verme del todo espectacular, pero es mio, hoy mi mano y cerebro no pueden dar mas, y es normal, no les pido mas, mañana lo harán, y ni cuenta se darán"
como hoy... ana no sabe que leo sus pensamientos y en este momento los escribo por el pudo placer de hacerlo, no espero sorprenderla, en estos momentos esta tecleando cada una de las palabras que escribo, así es...
ana
me ama ...
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